Como preludio a mi colaboración semanal con «Los 52 Golpes«, os dejo su propia presentación, para que podáis conocer mejor el proyecto, aunque os anticipo que se trata de un semillero de buenos ratos de lectura.
Hacia mediados de noviembre de 2016, nos topamos con una recomendación que el legendario escritor estadounidense de misterio y ciencia ficción –Crónicas marcianas, Fahrenheit 451 y más– Ray Bradbury (1920–2012) hizo en una ocasión: “Si escribes un relato a la semana durante un año, es imposible que todos sean malos”.
Se nos metió entonces en la cabeza llevar a cabo ese reto, registrando los ejercicios semanales en una web. Pensamos luego que sería incluso más divertido si invitáramos a más gente a participar (hasta un total de 52 participantes, por cerrar el círculo).
Con todas esas ideas nos pusimos a reclutar participantes y a diseñar la web. Y así nació Los 52 golpes.
Tras completar la edición 2017, en la que se publicaron más de 1.500 textos originales, seguimos para bingo, con 52 nuevos participantes en este 2018.Felices de escribir y de leer.
Cada semana.
En esta ocasión os dejo el microrrelato titulado «Ojos Esclavos«. Espero que os guste
Ya lo leí.
Precioso relato … intentarlo siempre ¿no?
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O morir en el intento
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«La verdad es que no sé qué tiene que ver el grupo musical con el contexto del relato». Sí, «status quo» es el nombre comercial de un grupo de rock, es decir, nada que ver con «statu quo» que sí guardaría relacción con el contexto de este ameno relato.
statu quo
loc. lat. Significa ‘en el estado en que’ y se usa como m.,especialmente en la diplomacia,para designar el estado de cosas en un determinado momento:
el statu quo del país amenaza crisis.
Saludos
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Gracias Fran. En efecto, se ha colado inconscientemente mi alma rockera
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«Vaya, ni que tuvieses la rapidez de la luz…».
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Es lo que tiene estar en la sala de espera de radiografías 😀
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¿No debería estar apagado el móvil en ese lugar
?
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El mío está en silencio. Mi vecino de asiento tiene un grave conflicto con el cambio de canalizaciones de la casa del pueblo.
Creo que eso responde a tu pregunta 😀😀
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¿Qué hora es?, naranjas traigo…
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Que no. Simplemente en la sala de espera lo permiten. Antes se pensaba que interfería con las máquinas , pero parece que no es asi
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Prometedor y potente. Hay quien se empeña en decir que no existen las casualidades ¿ni las malas? ¿ni las fatalidades?… Habrá que buscar, entonces, otra palabra para lo que nos sucede sin buscarlo ni esperarlo… Un amigo mío dice que una conclusión, no es más que la última idea que se ha tenido cuando uno se ha cansado de darle vueltas a un tema o cuestión. En fin, que en algunos casos puede ser que sí o puede ser que no. A veces, el problema está en la necesidad de encontrar la definición y la palabra en los conceptos abstractos y complejos… Pero ese no es tu problema, tu escritura fluye, sin más… y llega
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Me gusta la definición de conclusión que hace tu amigo. Es muy certera, en mi opinión.
Yo creo que para este tipo de circunstancias, en las que uno se ve envuelto de forma inesperada o sorpresiva, la mejor palabra inventada por el hombre es «suceso». Es cierto que siempre que la utilizamos, tiene connotaciones negativas, pero no es menos cierto que, estadísticamente, cuando nos ocurre algo digno de mención, suele ser desafortunado.
Salvo en Navidad. Y no siempre.
Muchísimas gracias por tus comentarios. Celebro que te haya gustado.
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